El día tiene 24 horas, y1440 minutos, ni uno más ni uno menos.
Si tenemos en cuenta que pasamos unas 8 horas trabajando, 8 horas en la cama, 1 hora de transporte diario, 1 hora alimentándonos, 1 hora aseándonos y en tareas higiénicas insoslayables, y 1 de pausas intermedias, en el optimista supuesto de una eficiencia de un 95% en las labores antes mencionadas, al final no nos queda mucho tiempo libre.
4 horas al día “libres”, y eso sin haber hablado con los amigos por teléfono, sin haber ido al gimnasio, ni al Super, no haber comprado el periódico, visto la televisión, limpiado la casa o tomado una caña.
Y siempre hay algo más.
Ir al médico, consultar los saldos de los bancos, las finanzas de la casa, el coche, la ropa, planear algún viaje, la familia, los impuestos, papeleo administrativo, leer algo interesante, escuchar música, ir al cine o al teatro, quedar con algunos amigos, buscar pareja o dejarla, petardear por internet, escribir en el WhatsApp, beber dos litros de agua, andar, etc etc.
No nos da la vida para todo lo que tenemos que hacer!.
El tiempo avanza inexorable en una única dirección y nunca se detiene.
Volviendo a las 4 horas en expectativa de destino: Son 240 minutos de los 1440 de cada día.
Al contrario que las angulas, los percebes o los Bitcoins, carísimos pero que se pueden adquirir, no podemos comprar ni un solo minuto más allá de los 1440. Ni un solo segundo adicional.
No se suele reflexionar mucho sobre esto, más allá de que estamos muy ocupados o comprobar que llegas tarde a alguna cita, o dejar algunas cosas para hacer el día o la semana siguiente.
Hay una pregunta al respecto que nos hacemos frecuentemente.
¿Estoy perdiendo el tiempo? ¿Podría aprovechar mejor el tiempo?
Aquí, introduzco una cuña. Habría que definir que es perder el tiempo. Puede que leer un buen libro, ver una película, asistir a un concierto o a una conferencia, nos ilustre sobre la vida y nosotros mismos de tal forma que nos ilumine y produzca un beneficio importante. Pero no estamos en este post aludiendo a ese plano.
Abordaremos el problema de la falta de tiempo, desde la óptica de cómo podemos organizarnos mejor para cumplir nuestras metas y nuestros objetivos, sean estos los que sean, profesionales, personales o ambos.
Hablemos de los ladrones de tiempo.
1.- No tener metas claras.
En general, y en particular.
Si no te organizas, y no sabes lo que vas a hacer improvisas demasiado, y terminas haciendo cosas que no te interesan.
Consejo:
No vayas flotando por la vida. Si vas por la vida sin saber lo que quieres, es una forma de ir a la deriva.
Debemos pensar en lo que queremos lograr a medio y largo plazo, trocear esas metas, fijar unos objetivos y aterrizar los mismos en tareas diarias.
Dicho así puede parecer muy fácil o muy difícil, depende del grado de definición o concreción, pero en general la idea es saber que es lo que tienes que hacer en tu día a día, fijarte unos objetivos diarios que te lleven a cumplir tus objetivos a medio y a largo plazo.
Fíjate un número determinado de tareas para hacer en el día: de 3 a 6. Y si no las acabas pasa las pendientes al día siguiente. Pero intenta acabar el mayor número de tareas al día.
2.- Redes Sociales y correos electrónicos.
Uno de los mayores ladrones de tiempo actuales.
No solo pierdes el tiempo, sino que además llega a crear adicción. Si te parece exagerado, prueba a dejar el teléfono móvil una semana. Si lo puedes soportar, probablemente la gente con la que te relaciones empiece a estar preocupada por que no les contestas, en algunos casos incluso enfadada porque les ignoras!
Consejo:
Dedica una hora determinada y un tiempo limitado a las redes sociales. Por ejemplo al final del día, antes o después de cenar, 20 o 30 minutos. Y acostumbra a tus amigos a estos horarios.
3.- Organización física de tu entorno.
Ser desorganizado hace que pierdas el tiempo buscando cosas, y lo probable es que no las encuentres cuando las necesitas. Por algo ha tenido tanto éxito Marie Kondo.
Consejo:
Eliminar lo superfluo y dedicarle un tiempo diario al orden físico. Muchas veces tenemos demasiados cachivaches y mas cosas de las que realmente necesitamos. Ahorrarás espacio y dinero.
4.- Caos digital.
Tenemos un montón de USBs, discos duros, tarjetas de memoria de la cámara de fotos, del teléfono, el ordenador de la casa, el del trabajo, y en todos ellos tenemos ficheros, archivos, fotos, notas, links, documentos, canciones, etc. Y si hay caos físico, el digital puede superarlo en varios órdenes de magnitudes.
Consejo:
Buscar un sistema de archivo que sirva a nuestras necesidades y dedicar tiempo a organizar los contenidos digitales. No hay milagros en el tema de la lucha contra el caos físico y digital. Pico y pala.
5.- Las interrupciones.
Si nos ponemos a realizar una tarea, dediquemos un tiempo suficiente para concentrarnos y avanzar en ella. Las interrupciones nos distraen y hacen que perdamos la concentración. Hacer una sola cosa a la vez con constancia ayuda a terminarla.
Consejo:
Utiliza algún sistema de organización del trabajo por bloques, tipo el método Pomodoro. No es este el momento de desarrollar este sistema, pero se encuentra información fácilmente en internet sobre él u otros métodos de trabajo por bloques.
6.- La multitarea.
Tiene que ver con el punto anterior en cierta forma. Hacer muchas cosas a la vez no es productivo, saltar de una cosa a otra hace perder el tiempo. El cerebro humano está diseñado para hacer solo una cosa a la vez y está comprobado que una vez que pierdes la concentración tardas tiempo, 5 a 10 minutos, en volver a lograr el mismo estado.
Consejo:
No acumules tareas que no sirvan a tus propósitos, hay que sujetar las actividades al fin que se pretende.
Trabaja por bloques definidos. Establece tiempos de descanso entre cada bloque. No pierdas el foco. Fortalece tu concentración. Un amigo, estudió casi toda su vida en el bar de su familia. Ahora puede trabajar y concentrarse en el ambiente mas ruidoso y hostil que se pueda imaginar.
7.- Esperar el momento perfecto.
Puede que nunca llegue el momento perfecto para hacer algo. Todo en esta vida tiene su período de maduración, pero hay veces que esperar demasiado hace que se nos pase la oportunidad de realizar lo que debemos hacer. También es necesario analizar bien las alternativas, los peligros y las oportunidades, pero no debemos llegar a la parálisis por el análisis.
Consejo:
El miedo al fracaso puede estar saboteando tus sueños, empieza antes de que estés listo. Toma el riesgo de empezar antes de que esté todo al 100% preparado o nunca estarás listo para empezar. Hay que evitar la meticulosidad innecesaria.
8.- La televisión.
Antes era una fuente importante de distracción pero está siendo sustituido por las redes sociales y los contenidos que vemos en las otras tres pantallas: Ordenador, Tablet y Móvil.
Consejo:
Fijar unos estándares de calidad o los temas que te gustaría ver por diversión, usa la posibilidad de la televisión a la carta. 9 horas a la semana de televisión son 20 días completos al año.
9.- El teléfono.
Empieza a ser menos usado por las otras posibilidades actuales (chats, mensajes de voz..), un estudio reciente indica que los mas jóvenes prefieren comunicarse así ya que la comunicación directa les estresa más, sigue siendo imprescindible en el trabajo y cuando se quiere tener una comunicación más extensa con los contactos.
Consejo:
Concentra las llamadas de teléfono en un horario determinado, ponte unos límites de tiempo para atender las llamadas del trabajo pero también (aunque menos) las de los amigos.
10.- No saber decir que no.
Hay veces que nos comprometemos a hacer cosas que no nos apetecen o que no cuadran con nuestros objetivos, o con las tareas que debemos de realizar. No estamos solos en este mundo y es normal dejarse llevar por las convenciones sociales o por la corrección política.
Consejo:
Se disciplinado y consecuente con tus compromisos. El tiempo hay que invertirlo en tareas que sean importantes para ti, a nivel laboral y a nivel personal.
11.- Reuniones.
Uno de los típicos ladrones de tiempo laborales. Hay una furiosa tendencia a reunirse, para recibir el apoyo del grupo, para cerciorarse presencialmente de que se hace caso a lo que se dice, para crear una falsa sensación de comunicación y comunidad. Hay muchas (más de las necesarias) estar mal planificadas, y durar más tiempo del necesario. Hay gente a la que le gusta mucho escucharse no es una leyenda urbana, es una realidad muy extendida.
Consejo:
Intenta tener solo las necesarias si eres capaz de ello. Si no tienes posibilidad de elección, tienes suerte, llévate el portátil y trabaja en tus cosas mientras se hable de temas que no te interesan.
12.- Puntualidad.
Las personas impuntuales nos hacen perder un tiempo precioso y por desgracias es mas frecuente de lo habitual.
Consejo:
Evita a las personas impuntuales. Sé tu mismo puntual, es importante que las reuniones sean a la hora a las que se acuerda por respeto a tu tiempo y por respeto al tiempo de los demás. Planifica alguna tarea corta alternativa para los tiempos de espera.
13.- Costumbre de postergar.
La famosa procrastinación ( del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, mañana), o posposición. Según la Wikipedia “es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo o pereza a afrontarlas” ¿Verdad que te suena? Mientras hacemos cosas sin importancia pero que controlamos, nos da la sensación de haber sido eficaces y estar resolviendo problemas, la cálida sensación de haber conseguido un logro. Y el marrón gordo, sin resolver!
Consejo:
Desarrolla hábitos saludables al respecto. Se consciente de dicho problema y fíjate como objetivo abordar las tareas incómodas en un periodo de tiempo determinado desde el momento en el que se producen, fortalece tu disciplina y voluntad.
14.- Tensiones y preocupaciones.
Mafalda lee la placa de una estatua “Luchador incansable…..” empezaba. Mafalda se da la vuelta y se aleja diciendo,
– “Bua eso no tiene merito, el merito está en estar cansado y seguir luchando”
Las tensiones y las preocupaciones siempre van a ser posibles y evidentemente no son el mejor estado mental para alcanzar tus metas, sean personales o profesionales.
Con los problemas se puede vivir. De hecho, hay mucha gente que prefiere seguir sin solucionar los problemas antes que abordarlos y resolverlos.
Consejo:
Sin tensiones o preocupaciones se vive mejor. Si puedes resolverlos procura hacerlo.
Si son problemas externos y superan tus capacidades de resolución, entonces por definición no puede ser un problema, sino que pasa a ser una circunstancia con la que convivir, hay que aceptarlo y obrar en consecuencia. No lo tomes como algo personal, es el campo en el que te toca jugar la partida.
15.- No tomar ventaja de los momentos en los que no haces nada o puedes hacer varias cosas al mismo tiempo.
En las grandes ciudades se pasa mucho tiempo en el transporte público, también vemos series y películas en el cine y la televisión. Si somos capaces de comer y ver la televisión al mismo tiempo ¿porque no probar a hacer dos cosas en otras circunstancias?.
Consejo.
Los audiolibros y los podcast son perfectos para aprovechar el tiempo que se pasa en el transporte público. O ¿Porque no ver las películas en versión original para aprovechar para mejorar otro idioma? También se puede leer la prensa extranjera por internet. ¿Y aprovechar dos horas de película (con anuncios interminables ) para hacer algunas flexiones con bandas elásticas sentados en el sofá?. En definitiva cuando no sea incompatible realiza dos actividades al mismo tiempo.
Bola extra.
Sin ser específicamente un ladrón de tiempo tener una actitud positiva y proactiva ayuda a estar centrado y por supuesto a sentirse mejor. Quejarte de lo que te pasa no es la mejor manera de abordar la realidad, estar permanentemente ofendido o cabreado tampoco. Siempre habrá motivos y por desgracia vivimos muchas veces en un ambiente en el que a pesar de las condiciones materiales hay un malestar general, inducido o real.
Hay que ver lo que se tiene y no compararse con los demás. Quejarte no te ayuda a nada, solo mancha el momento. El reflejo que tiene en los demás es negativo. Hay que evitar caer en una posición de víctima, ya que no lo somos. Somos dueños de nuestros pensamientos y de nuestro tiempo libre. Es mas fácil quejarse que remangarse y ponerse manos a la obra. Debes conocerte.
El tiempo no perdona.
El tiempo pasa y muchas veces somos conscientes de ello, pero no la mayor parte de las veces.
Tenemos tantas obligaciones en nuestro día a día que realmente no nos sobran demasiados minutos diariamente para realizar nuestros proyectos
Hay que centrarse en ganar minutos porque con los minutos se consiguen ganar horas y con las horas días. Para dedicarlos a lo que nos haga felices o para descansar o para aprender. En definitiva para mejorar.
Como decía Juan Gabriel, Dios perdona, pero el tiempo a ninguno.
Ilustración:
Reproducción de un cono de luz, en el que se representan dos dimensiones espaciales y una temporal (eje de ordenadas). El observador se sitúa en el origen, mientras que el futuro y el pasado absolutos vienen representados por las partes inferior y superior del eje temporal. El plano correspondiente a t = 0 se denomina plano de simultaneidad o hipersuperficie de presente (también llamado «diagrama de Minkowski«). Los sucesos situados dentro de los conos están vinculados al observador por intervalos temporales. Los que se sitúan fuera, por intervalos espaciales.
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Flâneur. Paneuropeista. Ecúmene digital.
Economista. EMBA. Curioso. Gourmet.