Digitalización

La Gran Nivelación.

¿Qué nos deparará la Revolución Digital?

El pasado día 10 de noviembre en la fundación Rafael del Pino, tuvo lugar la conversación: «¿Qué nos deparará la Revolución Digital? Nuevas políticas para una nueva economía» con motivo de la publicación de la obra de Javier Andrés y Rafael Doménech «La era de la disrupción digital. Empleo, desigualdad y bienestar social ante las nuevas tecnologías globales» editada por Deusto

El panel de la videoconferencia estuvo formado por:

Vicente Montes, como moderador, director de la Fundación Rafael del Pino.

Carme Artigas,  experta en Big Data y analítica avanzada, y hoy  Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Elena Pisonero Presidenta de Relatia, y antigua Secretaria de Estado de Comercio.

Rafael Doménech Responsable de Análisis económico de BBVA y Catedrátido de Fundamentos de Análisis Económico de la universidad de Valencia.

Y por Javier Andrés, Catedrático de Análisis Ecomico de la Universidad de Valencia.

Se plantaron muchas cuestiones interesantes y se pasó revista a cuestiones globales, y nacionales, pero también a como nos afecta a cada uno  personalmente.

En este post, que es el primero de una pequeña serie  hablaremos de la GRAN NIVELACIÓN.

¿Es disruptiva la era digital, en qué sentido y a que facetas de nuestras vidas va a afectar más profundamente?

La digitalización lleva ya tiempo entre nosotros, en estas dos décadas, ha transformado nuestras vidas, nuestras sociedades, la economía en general, ha modificado sectores productivos enteros y modificado los modelos de negocio y permitido la creación de las grandes plataformas digitales.

La pandemia ha acelerado muchos procesos de transformación y permitido que procesos que se iban a hacer en 5 años se hayan hecho en 6 meses, ha supuesto un factor de aceleración de los cambios, pero por otro lado también ha puesto de manifiesto muchas distorsiones, se han abierto brecha, las brechas digitales, las brechas socioeconómicas.

Como todo proceso, la transformación digital, no tiene un efecto neutro, sino que hay unos ganadores y unos perdedores. El libro de los profesores Doménech y Andrés, junto al análisis de las transformaciones a nivel micro, pone de manifiesto que hay unos perdedores y unos ganadores y por tanto esto nos hace tener que considerar que existe la necesidad de realizar unas determinadas políticas públicas, pero también a nivel personal, diferentes actuaciones que permitan suturar ésta brechas.

El estado tiene que tener en cuenta esto, y actuar no solo como regulador de la actividad, y tomar medidas fiscales y sociales, sino también ejercer un papel mas proactivo, sirviendo de catalizador para algunas de ellas y ejercer la correcta gobernanza de ciertas actuaciones.

La transformación digital es clave para modernizar el tejido productivo e impulsar la recuperación económica.

Unas de las preocupaciones que llevan aparejada la revolución digital es el futuro del trabajo, y las cuestiones redistributivas.

¿Es esta revolución diferente a las precedentes revoluciones industriales?

Hasta ahora todas las revoluciones tecnológicas han provocado destrucción de puestos de trabajo y creación de otros nuevos, la diferencia en esta nueva revolución digital es la rapidez con que el cambio se está produciendo, y también que por primera vez, no se produce un mero aumento de potencia, disminución de costes o de rapidez al realizar procesos productivos a través del uso de máquinas, sino que estamos produciendo unas “máquinas” que pueden reproducir el comportamiento inteligente de las personas. Al mismo tiempo, las personas  tardamos más tiempo en adaptarnos, puede que tardemos mucho tiempo en hacerlo, ¿quizá una generación?

Hay que observar que las experiencias anteriores de reconversiones industriales, minera, naval, y otras no son muy alentadoras. La realidad, es que los trabajadores no se han incorporado a nuevas industrias o se han creado otras sustitutivas de las cerradas o deslocalizadas.

Los puestos de trabajo van a desaparecer como los conocemos hoy, con descripciones fijas de tareas y definición de perfiles y obligaciones muy verticales y muy jerarquizadas.

Frente a los conocimientos especializados, que habrá que seguir teniendo, necesitamos capacidad de aprendizaje , seguramente seguir formándonos durante toda la vida, y habilidades transversales como por ejemplo, negociación, capacidad de liderazgo, empatía para trabajar en grupo, etc.

Por otra parte, no estamos formando a la gente en las competencias adecuadas, hay un gap entre la formación necesaria para cubrir los puestos de trabajo que actualmente el mercado demanda, y la oferta formativa que ofrecen universidades e instituciones educativas superiores.

Es vital aumentar las competencias digitales en todos los niveles educativos, desde la enseñanza primaria hasta la universitaria.

Se habla mucho de nativos digitales, pero el conocer el uso de herramientas digitales para relacionarse a través de redes sociales, o el tener un uso más intuitivo de las distintas pantallas, no implica tener los conocimientos necesarios para ocupar, por ejemplo, un puesto de científico de datos, se necesita una formación específica en los programas que te habilitan para desarrollar dicha profesión. Hay que conseguir un skilling y un reeskilling de la gente para una adaptación lo más rápida posible .

Para evitar los efectos laborales más negativos de la digitalización, hacen falta tener buenas políticas públicas, pero también políticas de cualificación de la fuerza laboral.

Según el libro de los profesores Doménech y Andrés el Cambio tecnológico no va asociado a desempleo.

Habitualmente la tecnología ha traído siempre una mayor riqueza y progreso, y actualmente en los países que han estudiado los dos profesores, han encontrado que aquellos con un alto grado tecnológico y de automatización, tienen un menor grado de desempleo, están entre los más ricos y no son de los más desiguales.

Aquí habría que abrir un paréntesis, a esta tesis, que por otro lado se documenta adecuadamente en el libro.  Hay que puntualizar que una cosa es la creación de riqueza y otra la distribución de la misma. Y que en el actual contexto de globalización, con la deslocalización industrial hacia determinados países asiáticos, la libre circulación de capitales, y las facilidades de comunicación y comercio internacional, estamos en una situación parecida al de los negocios digitales en el que el modelo es el de “The winner takes all”, pero eso merecería otro post especializado en esta cuestión.

La GRAN NIVELACIÓN.

Teniendo en cuenta este contexto, se deberían de realizar actuaciones en paralelo en distintos ámbitos:

En el ámbito personal, se debería promover una actitud de formación “de la cuna a la tumba”  en habilidades transversales y digitales.

¿Y las empresas que pueden hacer?

Las empresas tienen que aprender a transformase.

Las empresas están orientadas a trabajar y desarrollarse en una realidad que ya no existe, que es la presencial, mientras que ahora la realidad es presencial y virtual. Sus estructuras son rígidas y sus organizaciones y las habilidades de su personal no se adaptan a dicha realidad.

Deben de transformarse, transformar modelos de negocio, paso de productos a servicios, como se combina el trabajo y el capital, como se transforman las cadenas de valor.. etc.

A su vez, las políticas regulatorias de mercados deben de tener esto en cuenta.

Se critica a las plataformas tecnológicas, pero son las que están siendo capaces a nivel internacional, usando datos, de reorganizar su actividad a nivel global, por encima de las fronteras, transformando las cadenas de producción global y de creación de servicios, y recombinan productos analógicos  y digitales por todo el mundo.

Por tanto:

  • Hay que jugar esa partida en vez de prohibirla, ya que está ocurriendo.
  • Hay que potenciar la colaboración publico privada

A partir de ahora, una de las cuestiones más importantes, es ver como se reparten los costes de transición.

Hay que proteger a las personas y no a los puestos de trabajo, hay que enseñar a las personas para que puedan ocupar puestos de trabajo nuevos, que al alejarse de tareas repetitivas debido a la robotización y software inteligente, van a ser de más calidad y resilientes al cambio.

Ahora los trabajadores están muy orientados a la especialización, curiosamente ahora se va a necesitar trabajadores más polivalentes, cercanos a los autónomos, una especie de artesanos digitales.

La tecnología no tiene efectos neutros sobre el empleo y el trabajo.

La entrada de la tecnología hace que algunas ocupaciones desaparezcan y otras se vean transformadas radicalmente, y esto tiene efectos muy importantes sobre personas, empresas y sectores muy grandes.  Pero el balance neto es positivo.

La irrupción digital ha empezado a sustituir trabajadores ya hace años.

Las nuevas tecnologías premian a los trabajadores mas cualificados en detrimento de los menos.

Esto afecta también a la definición – calidad –  de los puestos de trabajo, unas veces en positivo y otras en negativos.

A nivel agregado, se encuentra en que el balance es positivo, y por lo tanto no se puede adivinar un balance negativo que nos lleve a un desempleo tecnológico masivo en las próximas décadas.

En aquellos países que lideran la economía digital, son los que ahora tienen tasas de desempleo mas bajas y niveles de desigualdad mas reducidos.

Pero no podemos sacar una correlación, estos factores pueden ser debidos a múltiples causas coyunturales…pero los datos de estos países están ahí y debe de ser considerado.

Actualmente se está dando la tendencia del mantenimiento del empleo, o el crecimiento entre los dos extremos de la cualificación, mantienen sus empleos los trabajadores más cualificados y los menos, pero que necesitan empatía y trato personalizado, los poco y los medianamente cualificados son los que tienen sus empleos en peligro.

Hay que conseguir La GRAN NIVELACIÓN de los desajustes que provoca la digitalización acelerada que estamos viviendo. La clave del éxito estará en conseguirla con rapidez, eficacia y bajo sufrimiento para los que entren en ella.

Aunque por supuesto las políticas fiscales e impositivas, también tienen mucho que decir, no son el objeto de éste post, que aborda la cuestión desde el punto de vista de la digitalización y las actuaciones necesarias para facilitarla,

Gobernanza del proceso.

En cuanto a la gobernanza, el foco no estará solo en las luchas entre capital y personas, sino también en lograr datos que nos permitan conocer la realidad y luchar por tener instituciones de calidad.

El data driven, debería de ser la fuerza rectora de la gestión. Un enfoque data-driven permite que las empresas examinen y organicen sus datos con el fin de atender mejor a sus clientes y consumidores. La Administración debe de ayudarse en la toma de sus decisiones estratégicas en el análisis y la interpretación de los datos.

Las variaciones de las tasas de desigualdad son resultado de las políticas. Por lo mismo, si se eligen buenas políticas públicas entonces tendremos menor desigualdad y por eso podemos abordar esos problemas.

Que políticas públicas públicas puede ayudar a disminuir la desigualdad?

  • Educación: Debe de Promover la educación y la cultura de la educación permanente.
  • Colaboración público privada para transformar la Administración y sobre todo las empresas.

La administración debería de liderar en este sentido, autodigitalizándose y autoorganizándose.

Necesitamos una administración mucho más ágil para organizar todo esto. La administración no debe de molestar. Debe de eliminar trabas y barreras administrativas, y centrarse en corregir los efectos negativos de los procesos en marcha.

El problema es que tenemos legislación y estructuras arcaicas, muchas veces hábitos del siglo XIX acompañan a leyes del siglo XX, que operan en el siglo XXI.

La tecnología propone cambios exponenciales pero las organizaciones en general y la Administración en particular solo es capaz de absorber cambios logarítmicos, y eso cuando los absorbe.

Y bajando a nivel de fuerza laboral, se da la misma situación, siempre hay un gap entre lo que se nos propone y la capacidad real de las personas de absorberlos, por eso se propone la formación permanente, y el adiestramiento en habilidades transversales que permitan absorber con flexibilidad los cambios que se van a producir a lo largo de la vida laboral de las personas.

Según manifestó la Secretaria de Estado, Carme Artigas, la Administración en España, ha pasado de 5000 tramites online a 90.000 en algunos días durante la pandemia, y esta escalabilidad en 24 horas  se ha hecho con 200.000 funcionarios teletrabajando en sus casas cuando no se había trabajado nunca así. No estaba ni previsto que se tuviese un portátil ni conexión a internet en las casas, ni había protocolos de actuación para dichas situaciones.

Y sin embargo ha salido bien.

España es el único país del mundo donde no ha caído el online de la administración, el cambio disruptivo también se ha producido en la administración.

La lección es que la Administración puede y debe de ser un catalizador de la digitalización.

Recapitulación.

Como ideas destacables hay que indicar que la digitalización al igual que todas las revoluciones industriales/tecnológicas anteriores, están generando riqueza y crecimiento, y éste, igual que en las anteriores revoluciones se reparte desigualmente.

La desigualdad no es inevitable, es un resultado de las políticas que se toman.

Nuevas características que la diferencian de anteriores revoluciones: El proceso de cambio es más acelerado que en anteriores revoluciones. También estamos produciendo máquinas inteligentes. Cada vez más.

Ni el paro tecnológico masivo ni la desigualdad es inexorable, tiene que ser embridados adecuadamente para llegar a niveles razonables.

La clave del éxito de la GRAN NIVELACIÓN estará en conseguirla con rapidez, eficacia y bajo sufrimiento para los que entren en ella.

La Administración debe de ayudarse en la toma de sus decisiones estratégicas en el enfoque data driven, basado en el análisis y la interpretación de los datos.

La colaboración público-privada, la digitalización de los ciudadanos, la administración y las empresas son imprescindibles e inevitables.

Comments are closed.